miércoles, 16 de marzo de 2011

Basilea III

                                                                                                BASILEA III
Basilea III es un acuerdo histórico entre los bancos centrales y los supervisores para reforzar la solvencia y liquidez de las entidades de crédito. El objetivo de la nueva normativa es evitar crisis financieras como la que hemos vivido estos dos últimos años, o si se produce, que sean las propias entidades las que asuman las pérdidas, no los bancos centrales y los impuestos de los ciudadanos.
La importancia del acuerdo se centra en los requisitos del capital que deben cumplir los bancos a partir de 2019. Los criterios actuales se están endureciendo, dado que ahora se exigia en las reservas un 2% de los créditos concedidos o de las inversiones realizadas y ahora, con la nueva normativa, se exigirá un 7%.
Aunque la fecha de adaptación parece que queda muy lejos, muchas entidades ya están intentando cumplir las nuevas exigencias, dado que el mercado de capitales está siendo muy estricto con aquellos que necesitan liquidez y acuden al mercado en busca de la misma.
Los expertos estiman que para las cajas será un esfuerzo añadido, mientras que para los grandes bancos no habrá problemas.
Con el acuerdo de Basilea III, los accionistas podrán encontrarse con ampliaciones de capital así como con recortes en los dividendos, que pueden hacer caer sus cotizaciones.
También, la OCDE pone un pero a este acuerdo, ya que la aplicación de Basilea III puede hacer que se reduzca el PIB entre un 0,05% y un 0,15%. Por el contrario, la organización en su informe no toma en consideración un posible cambio en la política monetaria que podría frenar el impacto en el PIB de la aplicación de Basilea III.
Los supervisores económicos piden más capital de buena calidad a las entidades financieras en este nuevo macro. Así, el documento de la OCDE apunta que, aunque ya se han tomado algunas medidas a la hora de mejorar la pureza del capital de las entidades, todavía queda camino por recorrer hasta llegar a los niveles marcados.
El acuerdo Basilea III diferencia entre tres tipos de capital, en función de su calidad: Common Capital, Tier 1 y Capital Total.
v  Capital estructural (TIER 1)
Este capital se refiere a las reservas básicas de capital de un banco, calculadas según el riesgo de los activos que tienen en sus libros.
Bajo Basilea III, el ratio del capital total estructural Tier 1 se fija en 6% con un capital central Tier 1 de 4:5 por ciento.
La implementación de las reglas del nuevo capital estructural comenzará en enero de 2013. Las normas estarán plenamente en vigencia en enero de 2015.
Actualmente, a los bancos se les exige tener un ratio de capital estructural de un 4% y sólo la mitad, o un 2%, corresponde a capital estructural “esencial” o capital de calidad en forma de ganancias retenidas o acciones.
Basilea III también introduce un nuevo colchón de conservación de un 2,5% que se suma al capital estructural Tier 1.
Cualquier banco que no cumpla con este amortiguador se enfrenta a restricciones de supervisores en pagos como dividendos, recompras de acciones y bonos a ejecutivos.
El nuevo colchón tendrá que estar compuesto de acciones comunes. El colchón será introducido paulatinamente desde enero de 2016 y estará en vigor a partir de enero de 2019.
También, Basilea III introduce un colchón de capital. Este nuevo colchón se establece entre el 0 y el 2,5% en acciones comunes u otro capital capaz de absorber pérdidas.
El objetivo de este colchón es forzar a los bancos a tener un respaldo adicional cuando los supervisores vean un crédito excesivo en el sistema que amenace con generar morosidad.
Respecto a los Ratios de apalancamiento, se apunta por primera vez a limitar el apalancamiento en el sector bancario mundial.
Se pondrá a prueba un ratio de apalancamiento de un 3% Tier 1 ( o que el balance pueda exceder 33 veces el capital estructural) antes de introducir un ratio de apalancamiento obligatorio en enero de 2018.
De acuerdo con la liquidez, Basilea III establece:
La primera serie mundial de requisitos de liquidez común busca asegurar que los bancos cuentan con suficiente efectivo o equivalentes de efectivo para salir del apuro de un golpe muy severo de corto plazo, y de condiciones menos severas en el mediano y largo plazo.
El colchón de liquidez de corto plazo sería principalmente la deuda soberana de alta calidad, aunque incluiría también la deuda corporativa de alta calidad.
Conviene destacar que la Banca española necesitará entre 35.000 y 40.000 millones de euros para hacer frente a los requisitos de capital que establece la nueva normativa europea Basilea III, según un informe de PricewaterhouseCoopers/Instituto de Empresa (PwC/IE).
Durante la presentación del estudio de Basilea III, y los retos de la banca, el director del centro PwC/IE, Luis de Guindos, explicó que la nueva regulación exigirá más y mejor capital y agregó que su impacto será mayor entre la banca mediana y las cajas de ahorros, y más reducido, entre los grandes bancos españoles.

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